Al entrar por primera vez en la nave del Buen Pastor, uno se sorprende por la belleza del espacio en sí: su altísimo techo de madera, con carpintería intrincadamente tallada; los fascinantes y casi caprichosos pisos de baldosas llenos de grifos, castillos, flores de lis, tortugas marinas y cisnes; los vitrales hábilmente trabajados llenos de una energía aparentemente eléctrica. Todas estas diversas partes sirven para elevar al devoto e inspirarlo a una relación más cercana con lo divino.

En Good Shepherd, nuestra música se planifica y ejecuta de manera similar. Los himnos y las antífonas heredadas de nuestra increíble herencia anglicana se planifican y cantan cuidadosamente, mientras que la liturgia y la ceremonia realzan el dramatismo y la belleza de nuestro culto divino. De hecho, la música en Good Shepherd adquiere una cualidad sacramental. Nuestro sacrificio de tiempo en la preparación de nuestra música, nuestra inversión de pensamiento y energía, todo tiene como objetivo reflejar la belleza divina de la que tanto anhelamos ser parte.

El coro del presbiterio de Good Shepherd es un conjunto de voluntarios bien formados. Como la música en Good Shepherd es una parte importante de su constitución, el coro desempeña un papel integral en todas nuestras liturgias. Los ensayos de los miércoles (de 19:00 a 21:00 horas) en la sala del coro son intensos, rápidos y emocionantes; esto se debe a la dedicación y el compromiso del coro con un alto nivel de creación musical en sus propuestas semanales.

Además de sus oficios semanales de los domingos por la mañana, el coro canta en los servicios de Nochebuena, Jueves Santo, Viernes Santo y Vigilia Pascual. El coro está abierto a cualquier persona con experiencia en canto, que sepa leer música y pueda ofrecer un alto nivel de compromiso. Comuníquese con Donald McCullough o Clifford Parrish para obtener más información sobre cómo unirse a nuestro excelente coro.

El órgano Skinner, 1929

El órgano de la Iglesia del Buen Pastor es un EM Skinner de 1929 de cuatro teclados manuales y 47 registros y es el opus 725 de la compañía. Construido en Boston, Massachusetts, el contrato para el instrumento se firmó en 1928. Las seis divisiones incluyen la Gran División, la División de Coro y la División de Pedales ubicadas en las cámaras detrás de las rejas decorativas en el lado norte del presbiterio y la División de Solo y Coro ubicada detrás de la reja en el lado sur del presbiterio. La División de Eco está situada detrás de la reja y dentro de la pared a la derecha de la gran ventana del Te Deum sobre el balcón. G. Donald Harrison llegó de Inglaterra para unirse a la compañía en 1927, y su influencia en la compañía se puede ver, notablemente con el uso de metal para los resonadores del trombón de pedal de 16' y en las mezclas. El Sr. Harrison más tarde se convirtió en presidente y director tonal de la compañía, conocida después de 1932 como la Compañía de Órganos Aeolian-Skinner.

La consola fue reemplazada en 1983 por una construida por Austin Organs, Inc. de Hartford, Connecticut.

Restauración de órganos, década de 1990

A principios de los años 90, se contrató a Nelson Bardin & Associates de Newton, Massachusetts, para restaurar completamente el instrumento. En ese momento, se reconstruyó la tubería, se recubrieron los depósitos y los conductos de aire y se regularon todas las tuberías del edificio. Con el objetivo de devolverle al órgano su especificación original, se quitaron varios juegos de tubos que habían sido añadidos a lo largo de los años por otros constructores de menor importancia.

El maravilloso sonido del órgano se mejoró aún más en 2002, cuando se retiraron las placas acústicas del techo que se habían añadido en los años 60, aumentando así el tiempo de reverberación de la sala a 2,5 segundos.

Después de ser alcanzado por un rayo, el sistema de control, que permite que la consola se comunique con las distintas divisiones dentro del instrumento, fue reemplazado en 2006. La consola fue dedicada nuevamente a la memoria de Robert G. Lee.

John R. Parkin